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Del humo blanco al Habemus Papam : el proceso para elegir al Papa

Del humo blanco al   Habemus Papam  : el proceso para elegir al Papa

Descubre los rituales, secretos y curiosidades detrás de una de las tradiciones más antiguas del mundo.

Cuando el Papa fallece o decide renunciar, comienza uno de los procesos más solemnes y antiguos de la Iglesia Católica: la elección de su sucesor. Este procedimiento se conoce como Cónclave, y está lleno de tradiciones, normas estrictas y momentos cargados de simbolismo.

¿Quién elige al nuevo Papa?

La responsabilidad de elegir al Papa recae en el Colegio Cardenalicio, compuesto por los cardenales de la Iglesia. Sin embargo, no todos participan: solo los cardenales menores de 80 años tienen derecho a voto. En total, suelen ser entre 100 y 120 cardenales los que forman parte del Cónclave.

El inicio del Cónclave

Tras el fallecimiento o renuncia del Papa, se celebran varias reuniones llamadas Congregaciones generales, en las que los cardenales analizan la situación de la Iglesia y se preparan espiritualmente para la elección. Después, se trasladan a la Capilla Sixtina, donde quedarán completamente aislados del mundo exterior hasta que se haya elegido un nuevo pontífice.

Antes de comenzar, todos los cardenales realizan un juramento solemne de guardar el más absoluto secreto sobre todo lo que ocurra durante el proceso.

¿Cómo se vota?

El proceso de votación es riguroso y secreto.

Cada día pueden celebrarse hasta cuatro votaciones: dos por la mañana y dos por la tarde. Para ser elegido Papa, un cardenal debe obtener una mayoría de dos tercios de los votos.

Tras cada votación, las papeletas se queman en una estufa especial conectada a una chimenea visible desde la Plaza de San Pedro.

  • Si no se ha alcanzado la mayoría necesaria, se libera humo negro (fumata negra), indicando que no hay todavía un nuevo Papa.
  • Si un cardenal es elegido y acepta, el humo que sale es blanco (fumata blanca), anunciando la buena noticia a todo el mundo.

El momento del

Habemus Papam

Una vez elegido, el nuevo Papa debe aceptar el cargo y escoger el nombre que utilizará durante su pontificado.

Luego es presentado desde el balcón central de la Basílica de San Pedro con la célebre frase: “Habemus Papam” (“Tenemos Papa”).

Miles de fieles reunidos en la plaza y millones de personas en todo el mundo esperan emocionados para conocer su identidad.

Algunas curiosidades sobre el Cónclave

  • La palabra cónclave proviene del latín cum clave, que significa “con llave”, porque los cardenales son literalmente encerrados bajo llave hasta tomar una decisión.
  • El primer Cónclave formal se celebró en 1271, en Viterbo, tras una larga vacante papal.
  • Aunque no es obligatorio que el Papa sea cardenal, en la práctica siempre ha sido así durante los últimos siglos.
  • Si tras varios días no se llega a un acuerdo, las reglas permiten flexibilizar el procedimiento para facilitar la elección.

Conclusión

La elección de un nuevo Papa no es solo un acto administrativo; es un momento cargado de fe, historia y emoción para millones de personas en todo el mundo. Desde el solemne encierro en la Capilla Sixtina hasta el esperado anuncio del Habemus Papam, cada paso está lleno de simbolismo y tradición. Este ritual, que une siglos de historia con la actualidad, sigue recordándonos la fuerza de los grandes gestos que trascienden generaciones.

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